LEDS, nos cambiamos?
La iluminación LED, en comparación con las bombillas incandescentes tradicionales, dura mucho más y la luz que emite es de mayor calidad. Este ahorro nos beneficia medioambientalmente, de esta manera podemos vivir de una manera más sostenible, reduciendo el consumo eléctrico y ahorrando dinero.
Las bombillas tradicionales no duran mucho, y son poco eficientes, emiten un 75% de calor y sólo un 25% de iluminación. Los LED en cambio dan muchas prestaciones, especialmente por la forma en que se pueden integrar en cualquier forma o producto, ofreciendo increíbles posibilidades de diseño. Los pequeños diodos permiten hacer lámparas más pequeñas, formas más estilizadas, difundiendo mejor la luz.
Motivos para el cambio a LEDS
En tiempos de crisis no hay duda de que el ahorro energético figura entre las máximas prioridades. Las bombillas LED tienen un importante ahorro energético ya que consumen hasta un 80% menos que la iluminación tradicional.
La tecnología LED es más ecológica. Los dispositivos LED no contienen mercurio (las bombillas normales contienen tungsteno y los fluorescentes mercurio, ambos productos tóxicos). Esto hace que su proceso de reciclado sea más sencillo y respetuoso con el medioambiente.
El bajo consumo de energía de la tecnología LED se traduce en un ahorro importante de las emisiones de CO2 y azufre, lo cual revierte evidentemente en la mejora y efectividad de los esfuerzos por proteger nuestro ecosistema
Y dura… y dura…
Una bombilla LED utilizada 12 horas al día puede durar más de 7 años y utilizada 8 horas al dia puede llegar a durar 11 años.
Esta vida útil LED es el doble de la de las bombillas fluorescentes típicas y 10 veces más que las bombillas incandescentes.
Soporta mayor humedad y vibraciones además de resistir las temperaturas más extremas que una iluminación tradicional.
Variedad cromática
Este tipo de lámparas ofrece un mayor control cromático (de color). Existe un amplísimo espectro de colores posibles combinando diferentes LEDS.
Las lámparas LED pueden programarse para que varíen su tonalidad y crear diferentes efectos, o simplemente para que se enciendan, se apaguen o modifiquen su intensidad a su gusto. Y todo ello puede hacerse de forma remota, solamente con una conexión a internet o un dispositivo remoto (un teléfono móvil).
Las lámparas LED tienen una capacidad de respuesta y control más rápidos. Tienen un encendido inmediato que evita la molestia que producen las lámparas parpadeantes.
Tiras LEDS
No hay nada como un ambiente acogedor en casa, ya sea en la cocina, el salón o el dormitorio. Y las tiras LED se han convertido en la alternativa ideal (además de económica) para dotar de luz de ambiente con la menor instalación.
Cambiar el viejo fluorescente
Al cambiar el viejo fluorescente por la nueva tecnología verás que está conectado a otras dos piezas. Se llaman reactancia y cebador. ¿Lo mejor? Que el nuevo tubo LED no los necesita. Lo único con lo que debes tener cuidado es al colocar el tubo y que sus polos estén en la posición correcta, ya que los podrías estropear.
Todo se puede cambiar
Los focos halógenos dejaron de comercializarse en 2018 aunque siguen presentes en muchas casas encareciendo la factura de la luz. Un halógeno típico de 50 vatios que suele estar presente en cualquier foco si se cambia a led solo serán necesarios 9 vatios para lograr la misma iluminación, es decir los mismos lúmenes. Con este simple hecho, si lo usamos una media de 6 horas al día, vamos a lograr ahorrar hasta 10 euros al año es nuestra factura, con lo que es un argumento de fuerza el cambiar.