El poder multiplicador de la luz natural

La falta de espacio suele ser el pan nuestro de cada día en muchos hogares. La superficie media de una vivienda en España es de 76-90 metros cuadrados. En las grandes ciudades este tamaño aún es menor, donde no son raros los apartamentos de apenas 40 metros cuadrados. Sin embargo, más que un hándicap real, se trata de una cuestión de buen diseño: en realidad no existe espacio pequeño –al menos no en términos absolutos–, sino mal organizado. Echando mano de la imaginación y de la infinita gama de soluciones que nos ofrece el mercado, podemos sacar partido de los metros disponibles y lograr que nuestro pequeño apartamento sea el colmo de la amplitud y la comodidad. 

Luz natural, la clave

La sensación de amplitud está directamente relacionada con la luz natural. Cuantas menos paredes y más ventanas, mucho mejor. Los materiales son también potentes amplificadores de la luz, por lo que huir de acabados oscuros es imprescindible para que la decoración juegue a nuestro favor y nos brinde más luz.

A la hora de decorar un espacio es importante planificar con detalle, tanto las fuentes de luz natural como artificial a utilizar. Lo ideal es aprovechar durante el día la luz solar, mientras que la artificial será utilizada en espacios y objetos necesarios para la decoración. El tipo de fuente de iluminación artificial afecta a la decoración y puede conseguir diferentes colores, formas, texturas en un mismo espacio.

 

El color lo cambia todo

Existen colores que multiplican el efecto de amplitud de la luz natural. En primer lugar, obviamente, el blanco, seguido de tonos neutros como cremas, tostados, grises o beige. El color en la pintura es también una herramienta para jugar con la profundidad y perspectiva de un espacio. Para que una habitación alargada parezca más cuadrada se recomienda pintar la pared del fondo de un color cálido, mientras que pintar el techo de un color más claro que el de las paredes hará que la estancia parezca más alta.

La luz natural brinda calidez a las habitaciones, y su elevado grado de confort se refuerza al conseguir que sus habitantes disfruten una mejor calidad de vida.

Los muebles pueden ubicarse para lograr el máximo aprovechamiento de la luz natural, y desde luego las grandes ventanas son el mejor sistema para maximizar el recurso natural para decorar.

Obteniendo un máximo aprovechamiento de la luz natural se ahorra energía eléctrica, con el beneficio que ello implica a nivel económico y también para el cuidado del medio ambiente.